ISO 37001 – Sistemas de gestión antisoborno fue publicada por primera vez en 2016. 9 años más tarde disponemos de una actualización que abarca controles, personas, cultura y el entorno global de sostenibilidad. Si te parece que esta norma no es tan relevante como ISO 9001, 14001 o 45001, te comentamos que la lucha contra la corrupción ahora es más importante que nunca. La administración de Trump suspendió la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y esta medida puede impactar al mundo de forma muy negativa.
La ley prohíbe a las empresas estadounidenses sobornar a funcionarios extranjeros para obtener acuerdos comerciales y fue suspendida durante 180 días, mientras es revisada y modificada. Entre tanto, el cohecho podría volverse más frecuente en Latinoamérica, puesto que las empresas que ofrecen sobornos no serán investigadas por U.S.A en este periodo de inactividad de la ley. Casos al respecto han sido Siemens y Odebrecht, que han pagado millones en multas y han recibido sanciones gracias a leyes antisoborno.
¿Estamos solos en nuestra lucha? ISO 37001 no es una ley, pero es un modelo que vela por la ética y transparencia, y ayuda a prevenir, detectar y abordar el soborno.
La corrupción en todas sus formas le cuesta al mundo un billón de dólares anuales, más del 5% del PIB global, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas. En ese sentido, ISO 37001: 2025 promueve la reducción de riesgos financieros y legales y se adapta a las tendencias actuales, pues añade ajustes puntuales para alinearse con otros estándares de gestión y abordar nuevos desafíos en materia de cumplimiento.
¿Qué cambió en ISO 37001?
- Estructura armonizada actualizada: se alinea con la estructura de alto nivel armonizada que la ISO actualizó en 2023 para los sistemas de gestión. Aunque mantiene las 10 cláusulas estándar, se ajusta a la versión más reciente del Anexo SL, para facilitar la integración con otras. Los términos y sub – cláusulas fueron revisadas para compaginar con los estándares más nuevos.
- Énfasis en la cultura antisoborno: Se incorporan requisitos relacionados con la cultura organizacional de rechazo al soborno. Este tema no es nuevo, pero sí es neurálgico en la nueva versión, puesto que requiere que “la organización desarrolle, mantenga y promueva una cultura antisoborno en todos los niveles”.
- Se compele a la alta dirección a demostrar un compromiso activo, visible y constante con la integridad y a actuar como ejemplo para inculcar una cultura de ética en toda la organización. Este es un enfoque cultural que puede complementarse con políticas y comportamientos éticos transversales. ¿Qué tan importante es el líder para modelar el comportamiento de su equipo? Para muchos trabajadores los pequeños sobornos no son un problema. Por eso es vital que los altos directivos aseguren campañas robustas de cultura antisoborno y realicen comunicaciones personales que reiteren valores de integridad. Que hagan conocer cómo la empresa rechazó negocios corruptos para mantener sus principios. Esto puede reforzarse con charlas de ética y dilemas de soborno en los programas de capacitación y/o concientización a empleados nuevos y actuales. En ese clima de cercanía y aprendizaje vale la pena discutir cómo reaccionar ante presiones de soborno en el trabajo diario y promover el empoderamiento colectivo para decir «no». La empresa puede medir el progreso al repetir la encuesta de clima ético al año siguiente y evaluar la percepción de compromiso de la gerencia con la integridad.
- Inclusión de la sostenibilidad: La nueva versión incorpora por primera vez consideraciones de cambio climático y sostenibilidad dentro del sistema de gestión antisoborno. Añade sub – cláusulas que exigen evaluar cómo el cambio climático podría afectar el contexto de la organización y sus riesgos de soborno e implica tomar en cuenta los requerimientos climáticos de las partes interesadas. Esto abarca compromisos con regulaciones ambientales y cláusulas de sostenibilidad en contratos con terceros. Anteriormente no se había vinculado la lucha antisoborno con la responsabilidad ambiental, por lo que resulta novedoso para el estándar reconocer que la buena gobernanza corporativa abarca tanto la ética financiera como el desarrollo sostenible. ¿Te cuesta comprender la relación entre estos elementos? Imagina que una empresa del sector energético certificada bajo ISO 37001 decide sobornar a inspectores para obtener certificaciones ambientales o permisos de emisión. Estos casos abundan y contar con una gestión de riesgos de soborno clara es fundamental.
- Cultura de cumplimiento reforzada: se hace énfasis en el fomento de la cultura de cumplimiento y en la posible integración con ISO 37301:2021 -Sistemas de gestión de compliance y demás estándares relacionados con la anticorrupción. De esta forma el antisoborno se aborda como parte integral de cumplimiento corporativo y no como un elemento aislado que no forma parte de las políticas generales de la empresa.
- Gestión de conflictos de interés: La versión 2025 aborda la identificación y tratamiento de los conflictos de intereses. Es necesario implementar un registro formal de conflictos de interés; añadir verificaciones de antecedentes a ciertos terceros de alto riesgo, entre otros.
- Clarificación del rol de la función antisoborno: esta función se robustece, pues aclara que puede recaer en una persona, un comité o unidad, y qué competencias debe tener. Este cambio busca eliminar las ambigüedades pasadas. El enfoque de riesgos también se hace más fuerte, exhaustivo y completo al reconocer, por ejemplo, el auge de la economía digital. La debida diligencia a terceros será más rigurosa.
La nueva versión es integral, dada la evolución del contexto global, expectativas de transparencia, leyes anticorrupción más estrictas, digitalización de procesos y la conexión entre corrupción y desarrollo sostenible. No solo incluye nuevos tipos de riesgos, sino que conecta la anticorrupción con la buena gobernanza corporativa, ética y sostenibilidad. Los riesgos han cambiado e ISO 37001 se adapta para ayudar a las empresas a evitar multas, escándalos y fortalecer la confianza de inversores, socios y clientes al evidenciar prácticas tanto éticas como transparentes. Tras la tibieza de cambios de ISO 9001, ISO 37001 apunta en dirección de enfrentar los desafíos de estos tiempos.
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