¿Las actividades que implementamos en el sistema de gestión ambiental (SGA) se están cumpliendo? Solo lo sabremos si hacemos seguimiento y medición. Y a partir de sus resultados precisaremos de qué forma ha evolucionado la gestión ambiental de la organización y qué debemos mejorar. Esto último suele ser menospreciado en los proyectos de mejora, puesto que los beneficios de esta gestión se obtienen a mediano y largo plazo. Es por eso que si queremos concretar y transparentar el esfuerzo para abordar los aspectos e impacto ambientales, que son el corazón del SGA, hay que empezar a medir y monitorear.
El desempeño ambiental de una organización está relacionado con la gestión de aspectos ambientales, es decir, su seguimiento y medición sirven para mostrar resultados de la actividad empresarial que afectan al medio ambiente, esto según ISO 14001:2015, norma que puntualiza la importancia de la medición y el monitoreo del desempeño ambiental como parte del proceso de mejora continua.
Medir y monitorear adecuadamente es la forma certera de reconocer nuestros esfuerzos, perseguir objetivos realistas, optimizar la gestión de los recursos, entre otras cosas. Para lograrlo te recomendamos comenzar por:
- Determinar qué monitorear y medir y cómo hacerlo. Es imposible abarcarlo todo, por eso hay que saber cuáles son los resultados que debemos y deseamos alcanzar con el sistema de gestión ambiental: si se reducirán las emisiones, se ahorrará energía o agua o cuáles serán las metas. Al conocerlos cuidaremos qué datos debemos recolectar, cuándo analizar los datos y qué métodos se utilizarán para su seguimiento y medición, tal como indica ISO 14001: 2015.
- Seleccionar indicadores que reflejen los resultados y permitan evaluar el cumplimiento de los objetivos. Los indicadores son un método de seguimiento y medición muy popular y acertado. Algunos ejemplos de estos podrían ser: cumplimiento de controles ambientales, consumo de recursos, índice de calidad del aire, concentración de contaminantes del agua, erosión del suelo, cantidad de especies en peligro de extinción, inversión en tecnologías limpias, entre otros. Si queremos crear un objetivo que considere todas las características SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con tiempo definido) podríamos tomar en cuenta, por ejemplo: reducir el consumo de agua en un 15% en tres años; disminuir las emisiones de CO₂ en 20% para el año 2026; aumentar el reciclaje de residuos en un 50% en dos años, % de residuos reciclados vs. eliminados, entre otros.
- Escoger métodos de seguimiento y medición y frecuencia para ello: Cada indicador debe estar asociado a una fuente y debe tener una frecuencia de cálculo definida. Por ejemplo: medidores de flujo para consumo de agua; sensores IoT para monitoreo de emisiones; auditorías internas para evaluación de residuos y eficiencia energética, etc.
- Asignar los recursos necesarios: Para implementar el sistema de seguimiento y medición se requieren: talento humano: (equipo de gestión ambiental y técnicos); tecnología (sensores, software de monitoreo…) y presupuesto para implementar mejoras derivadas del análisis de datos.
- Implementar el sistema de monitoreo y medición: Una vez planificado el sistema, es necesario garantizar su implementación eficaz. Para ello es recomendable recopilar y analizar los datos ambientales. Es muy importante asegurar la calidad de los datos, esto se logra gracias a equipos calibrados, verificación de los datos mediante auditorías y capacitación del personal en recolección de información.
- Analizar y evaluar los resultados: Podemos comenzar comparando el desempeño ambiental con los resultados esperados. Luego es posible identificar desviaciones y analizar tendencias. Tras obtener los resultados será necesario elaborar informes para tomar las mejores decisiones. Por ejemplo, si el consumo de agua no se ha reducido, nos compete identificar fugas o procesos ineficientes. Si las emisiones de CO₂ aumentan, tenemos que evaluar cambios en fuentes de energía.
- Comunicar y crear el reporte del desempeño ambiental: Las partes interesadas internas y externas querrán conocer los detalles del seguimiento y medición, así que elige los canales de comunicación de tu preferencia. Puedes crear informes de sostenibilidad corporativa, publicar las métricas más resaltantes en el sitio web y redes sociales de la organización y/o enviar los reportes a las autoridades regulatorias. Muchas empresas, como Apple, reportan su huella de carbono anualmente en su página web y detallan sus progresos en otros aspectos ambientales, como la reducción de emisiones.
- Tras medir y monitorear, los resultados arrojarán que las acciones correctivas y mejora continua son necesarias. Algunas de las más usuales son: capacitación del personal en cuanto a sostenibilidad, inversión en tecnologías más eficientes y optimización de procesos industriales para reducir impactos.
Apoyo normativo
ISO 14001 no es la única norma relacionada con el medio ambiente, la familia de normas 14000 incluye estándares y guías que sirven para fortalecer el sistema de medición y monitoreo:
- ISO 14031:2021- Gestión ambiental — Evaluación del desempeño ambiental — Directrices: proporciona lineamientos para evaluar el desempeño ambiental mediante indicadores y contribuye con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 – Acción climática.
- ISO 14044:2006 (revisada y confirmada en 2022) – Gestión medioambiental — Evaluación del ciclo de vida — Requisitos y directrices: Define metodologías para el análisis del ciclo de vida y evaluación de impactos ambientales. Contribuye con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 12 – Consumo y producción responsables y 13 – Acción climática.
- Directrices GRI (Global Reporting Initiative): Estandarizan la divulgación de información ambiental en reportes de sostenibilidad. Al ser una organización independiente que busca promover la transparencia y la rendición de cuentas en materia de sostenibilidad, ayudan a que las empresas puedan midan su desempeño en 3 dimensiones: económica, social y global. Estos informes son valorados por inversores, sociedad civil, entre otros. Cuando las organizaciones comparan su desempeño en sostenibilidad con otras empresas, se fomenta una sana competencia y la mejora continua.
Aunque las mediciones y el monitoreo pueden resultar retadores, el máximo desafío es conseguir que sean útiles y no existan solo para cumplir con la norma, sino que sean parte muy relevante de la organización y se demuestre que los esfuerzos traen beneficios, tanto para la empresa como para el medio ambiente.
Implementar ISO 14001 es supremamente importante por razones técnicas, para que los procesos, máquinas y herramientas sean aprovechados al máximo; estéticas, ya que las empresas con un SGA son más limpias porque el sistema lo propicia mediante la mejora continua; y éticas, dado que los recursos naturales para lograr los objetivos son limitados y es sensato ajustarnos a ello.
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